domingo, 29 de noviembre de 2009

domingo, 11 de octubre de 2009



Historia de la filosofía
La filosofía (del
latín philosophĭa, y éste del griego antiguo φιλοσοφία, "amor por la sabiduría")es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. La filosofía se distingue de otras maneras de abordar estos problemas (como el misticismo y la mitología) por su método crítico y generalmente sistemático, así como por su énfasis en los argumentos racionales. La filosofía en su acepción etimológica de ‘amor al saber’, entonces es altamente probable que todos los seres humanos sean filósofos, en el sentido de que todos nos planteamos las grandes preguntas sobre la vida. El pasaje de lo mítico a lo racional propende a dejar de lado la interpretación mitológica y religiosa del mundo, para colocar en su sitio una explicación filosófica y científica, movida por la racionalidad humana. Cabe señalar que no debe entenderse este paso como algo brusco sino paulatino. Las influencias míticas son todavía apreciables en muchos pensadores de la antigüedad. El gran acontecimiento espiritual que inician los griegos entre los siglos VII y VI a. C. consiste en intentar superar esta manera de estar ante el mundo con otra manera revolucionaria que apuesta por la razón como el instrumento de conocimiento y de dominio de la realidad. Con los griegos aparece por primera vez el pensamiento en todas sus manifestaciones (ciencia, filosofía, matemática). Las cuestiones filosóficas fundamentales, y las posibles soluciones que se pueden dar a ellas, ya se encuentran en la filosofía griega, y en gran medida en Platón. Lo característico de la filosofía griega fue su preocupación por comprender el ámbito de la naturaleza, el cual podemos alcanzar o por el uso de los sentidos, o mediante el uso de la razón. Los primeros filósofos, que son anteriores a Sócrates, se llaman presocráticos y descubren el carácter ordenado, legal y racional del mundo, y en el hombre un instrumento que ha de servir tanto para el conocimiento como para la vida práctica (moral y política): la razón. En los primeros siglos de nuestra era se hallaba muy difundida la opinión de que la filosofía griega era de origen oriental Algunos sostienen que la filosofía griega nació en las colonias jónicas, en la costa occidental del Asia Menor, y en estas colonias los griegos mantenían un estrecho contacto comercial y cultural con los pueblos orientales. Mileto, Éfeso, Samos y Abdera, dieron origen a muchos de los principales iniciadores de la filosofía griega.
En este esfuerzo no utilitarista por conocer las últimas causas de las cosas, las razones más profundas y universales de la realidad, los griegos iniciaron el pensamiento filosófico. Así llegaron a construir
sistemas como los de Platón o Aristóteles, de máxima altura en la historia del filosofar, que han permanecido como modelos de la más profunda y verdadera reflexión filosófica.
Mito y Logos: Es imposible separar con claridad el terreno del
mito, del terreno de la filosofía y del logos en la antigüedad. Se puede decir que la filosofía surgió, tanto en Grecia como en la India y Egipto, de un movimiento elitista de "desmitificación", al poner en crisis la tradicional sabiduría mítica. Estas élites comenzaron a buscar la "esencia", no ya en la historia de los dioses, sino en una situación "primordial", en un "comienzo absoluto" que fuese la matriz del Ser, la arché (principio).
La diferencia fundamental entre ambas formas de cosmovisión reside en el cuestionamiento lógico de la realidad. El
mito no da razón de sus afirmaciones. El logos, como su mismo nombre lo indica es razón: prueba sus afirmaciones mediante deducciones metódicas más o menos rigurosas.
El filósofo ya no se conforma con el pensamiento tradicional de su
comunidad, aceptado por los demás con una fe incuestionable. Él, a solas, libremente y con la fuerza de su reflexión moral, examina y prueba lo que por sí mismo debe ser sentido como verdadero. Esto es lo que el logos griego aporta al mito: en nuevo camino, más universal, racional y humano para acercarse a la verdad.
Se denomina así por pertenecer a la Península Ática (Grecia Peninsular), donde posteriormente, en Atenas, tendrá lugar la edad de oro de la filosofía griega. Este período pre-ático tiene como marco geográfico las colonias griegas de Mileto, y Éfeso en el
Asia Menor y el Sur de Italia, Sicilia, Abdera, etc.
Grecia, geográficamente, tenía una posición privilegiada para el progreso. Esto favoreció que los griegos se desprendieran de sus propias tradiciones al entrar en contacto con otros pueblos.
Los Milesios
Mileto era una ciudad del sur de la jonia (extremo occidental del Asia Menor). Era una ciudad muy importante en la
economía griega y muy propicia para el despertar del pensamiento filosófico. Por eso, es en Mileto donde nace la filosofía griega.
Aristóteles llama a estos pensadores los "Físicos" o "
Filósofos de la Naturaleza". Les preocupa fundamentalmente la constitución de la naturaleza, la materia prima de que está constituido el cosmos, el principio al cual todo se pueda reducir. Creen hallar esta explicación en las cosas materiales, físicas: el agua, el aire, el fuego, etc. Las tres figuras capitales de este primer brote filosófico son:
Tales de Mileto: 624-546 a.C.: Los relatos antiguos le atribuyen múltiples actividades: ingeniero, astrónomo, financiero, político. Por eso es considerado como uno de los siete sabios de la antigüedad griega. Probablemente viajó por Egipto y por eso se le atribuye la introducción en Grecia de la
Geometría Egipcia. También predijo un eclipse.
Según Tales, el principio de todas las cosas es el
agua, y al ser el agua, fuente y principio de vida, y constituir el elemento básico que todo lo penetra y lo sostiene, piensa que todo está lleno de espíritus, de fuerzas, de muchos demonios y de poderes extraños: HYLOZOISMO (Animación o vivificación de la materia). Considera el agua como un ser existente en sí y a todos los demás seres como secundarios.
Anaximandro (610-547 a.C.): Probablemente existió a fines del siglo VII y a
principios del VI a.C. Sucedió a Tales a mediados del siglo VI en la dirección de la Escuela de Mileto. Se conserva un fragmento de su libro "Sobre la Naturaleza", considerado el primer escrito filosófico de occidente. Se le atribuyen sin certeza, diversos inventos de tipo matemático y astronómico, y al confección de un mapa. Es de los primeros, si no el primero, en afirmar que el hombre viene del pez.
A la pregunta por el principio de las cosas responde diciendo que es el Apeiron = infinito e indeterminado, pero con capacidad de tornarse en determinado. Todos los seres surgen del Apeiron por un
proceso de separación o disociación de los contrarios, un movimiento interno en su interior produce perennes remolinos que dan origen a distintos mundos y diferentes elementos por disociación en cada uno de ello. Estos elementos se ordenan según la gravedad.
El Apeiron es también el fin de todas las cosas, el
tiempo hará que las cosas vuelvan a su unidad primera, al equilibrio absoluto original de donde han salido injustamente. De donde proviene el nacimiento de las cosas, de allí proviene también su corrupción, finalmente, este Apeiron, lógicamente es concebido por Anaximandro como sustancia divina, y posee los atributos impersonales de la divinidad.
Anaxímenes (585-525 a.C.): Seguramente contemporáneo y discípulo de Anaximandro. Considera el mundo como un gran animal viviente, que respira. Para él, el airé es el
aire, pero no se trata aquí de un aire atmosférico, físico, sino de un aliento vital, espiritual, de una fuerza poderosa que se halla dentro del aire atmosférico. Por eso, es algo vivo y divino, que conserva, anima y ordena todo.
Afirma que del aire nacen todas la cosas, por condensación o por dilatación, y a él vuelven cuando se corrompen. El aire enrarecido se torna fuego; condensado, viento, después nubes, luego agua,
tierra y piedra, y de ahí todo lo demás. Poco después de la muerte de Anaxímenes, Mileto es arrasado por los Persas (año 494 a.C.), desaparece así este centro de reflexión filosófica, sin embargo el pensamiento filosófico prosigue en Grecia gracias a Pitágoras.
Los pitagóricos
Pitágoras: De Mileto, la filosofía pasó a Samos, donde se cree que nació Pitágoras hacia el año 578 a.C. Varios historiadores dicen que al salir de Samos viajó por el Oriente, donde aprendió bastante de los Egipcios. Al regresar de Oriente se estableció en Crotona, ciudad de
Italia, perteneciente a Grecia. Allí funda la escuela pitagórica, de carácter ascético, filósofo y científico a la vez. De él hablaron varios filósofos, entre ellos Heráclito, Platón y Aristóteles, pero rara vez se refieren directamente a su nombre, hablan con más frecuencia de "Los Pitagóricos". No se puede distinguir, entonces, entre las doctrinas de Pitágoras y la de sus discípulos.
Los Pitagóricos formaron una liga o secta, con gentes emigradas que se caracterizan por un marcado sentido de
amistad y de fraternidad, y por el estilo de vida propio en el que se iniciaban sus miembros. Se sometían a una gran cantidad de extrañas normas y prohibiciones. No comían carne, ni habas, ni podían usar vestidos de lana, ni recoger lo que se había caído, ni atizar el fuego con hierro, etc.
Esta
comunidad influyó bastante en la vida política de la región... tenían una tendencia contraria a la aristocracia, pero acabaron por formar una e intervenir en política. Como consecuencia de esto se produjo una violenta reacción democrática en Crotona, y los pitagóricos fueron perseguidos, muchos de ellos muertos y su casa incendiada.
Esta persecución trajo como consecuencia la dispersión, la cual dio lugar a que la influencia de los pitagóricos fuera mayor, puesto que se situaron en diversas ciudades. Pitágoras ya viejo se retiró a Metaponte, donde murió aproximadamente en el año 495 a.C.
Los principales representantes de esta
escuela fueron: Euclides, Hipaso de Metaponto, Ecfanto, Alcmeón de Crotona, Arquitas de Tarento y Filolao de Tebas.
Heráclito y los Eleatas
A fines del siglo VI a.C. surgen dos nuevas escuelas filosóficas: una jónica, la de Éfeso y otra itálica, la de Elea. Se preguntan no ya por el primer principio de las cosas, sino por el modo de ser de la realidad y su devenir.
Heráclito de Éfeso (536-470 a.C.): Se dice que era de
familia real y que estaba llamado a regir la ciudad de Éfeso, pero que renunció y se dedicó a la filosofía. Se pude considerar filosóficamente como sucesor de Parménides, aunque no descarta la posibilidad de que hayan sido contemporáneos.
Se le llama "El Filósofo llorón y melancólico" y "El Filósofo Oscuro", por cuanto escribió un
libro muy preciso, para que no lo entendiera el pueblo, sino sólo los intelectuales. Supremamente orgulloso e impulsivo. En varias de sus expresiones deja traslucir el desprecio por la gente del pueblo. Condenaba los cultos y ritos de la religión popular y en sus últimos años se aburrió de vivir con los hombres y se retiró a los montes.
Afirma que la realidad está en continuo
cambio y movimiento, que todo fluye y nada permanece. Se apoya en famoso aforismo: "nadie se puede bañar dos veces en el mismo río, porque el río permanece, pero el agua ya no es la misma". Se puede decir que la esencia de las cosas es el devenir, el hacerse. De ahí que las cosas sean y no sean al mismo tiempo.
De todos los elementos naturales, el que le parece más acorde con el devenir es el fuego. Un fuego vivo, eterno e inextinguible es el principio y fin de todas las cosas: "ningún ser humano, ni divino ha hecho este mundo, sino que siempre fue, es y será eternamente fuego vivo que se enciende según medida y según medida se apaga.
El logos es la causa de la armonía universal, es la misma razón universal, la
ley eterna, el orden necesario que rige el proceso de cambio en las cosas; tiene carácter divino pero inmanente. El devenir se produce por el enfrentamiento de los contrarios. La transformación universal sigue dos vías: una descendente, por condensación (fuego – aireaguatierra) y otra ascendente, por dilatación (tierraagua – aire – fuego). Según el momento en que se encuentren las cosas en esta doble vía aparecen los contrarios que al chocar engendran nuevas realidades.
Esto lo lleva a afirmar que la
guerra es el padre de todas las cosas. Afirma que el proceso general del cosmos es cíclico, que cada mundo tiene la duración de un Gran Año (10.800 años solares) y luego vuelve a repetirse todo. Heráclito es el primer filósofo que trata de estudiar el ser humano. El hombre está compuesto de cuerpo y alma. El cuerpo se forma de la tierra por vía descendente. El alma del aire por vía ascendente.
El alma más perfecta es la del sabio, porque vive acercándose al logos. Aquí es aplicable su famosa frase: "los que velan tienen un mundo común y los que duermen un mundo particular". El
hombre vigilante, que sigue lo común, es el que llega a "lo sabio". El mundo del sueño, que es el mundo particular no le permite al hombre superar el campo de la opinión.

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